GISELLE
KOR’SIA, 2020
Co-producción con Teatros del Canal Madrid, Staatstheater Darmstadt Germany, “Festival Bolzano Danza | Tanz Bozen”
Si trasladamos a Giselle a las calles, a las del S. XXI, ella es esa mujer que se lanza con valentía, compromiso y veracidad al amor a pesar de todo. Desafortunadamente no encontramos muchas Giselle en nuestras calles en nuestro día a día. Y es que ¿es posible acceder al amor puro en la actualidad?
Podemos decir que incluso desde los núcleos científicos existen diferentes visiones; por un lado, la medicina ha reconocido el síndrome del corazón roto como una verdadera patología clínica; mientras que opuestamente es innegable que la impronta tecnológica está introduciendo nuevos modos y formas de amar/desamar.
De hecho, la Giselle de 1833 parece formar parte de un entendimiento del mundo, que está desaparecido o a punto de desaparecer; arrastrando con ella la dimensión gobernada por Myrtha en la que viven las Willis, las jóvenes que, como Giselle, murieron por amor. Pero paradójicamente también parece que ese submundo irreal, espectral metaforiza de manera actual la liquidez de las relaciones humanas en la que nos vemos sumergidos a través de las pantallas que circundan nuestras vidas, y que aluden a las nuevas formas de amor/desamor a las que nos enfrentamos hoy.
Los nuevos dispositivos tecnológicos han multiplicado la velocidad de las relaciones, así como la de posibles y múltiples frustraciones; configurando al fracaso del amor como una temática actual.
Los individuos reaccionamos a esta nueva esfera tecnológica, a este trastorno potencial, con otras herramientas que se apuntalan y buscan “respuestas” en la meditación, el yoga, también en la danza… pidiéndole a nuestro cuerpo nuevos recursos que nos ayuden a sostener aquello que nos instala en esta nueva velocidad espectral/virtual; aunque al igual que Giselle. Y creemos o queremos creer que esto es todavía invariable, siempre guiados por un único deseo: el de amar y ser amados.